Una y otra vez, una y otra vez

Inmovilizado de pies y manos yace cosido de la espalda a la pared, sus gritos de agonía son tapados por sus continuas convulsiones voluntarias, q hace para la criatura no logre convertidlo en huésped, pero es inútil; ya casi llega a su cara… esta a punto de tocar sus labios, cuando de repente él muerde a la criatura y le arranca un pedazo de líquidos coagulados, la criatura retrocede y el mastica, traga y vomita, su regurgitación se movía mientras caía infinitamente al vacío, y nuestro amigo sollozando, pero alegre al descubrir q la criatura retrocede asustada, él se da cuenta de que la única manera de segur vivo es así, comiéndosela, tragando y vomitando parte por parte a esa bestia viscosa, purulenta, desagradable, amarga y salada, moviéndose en su boca, traquea y estomago dos veces por mordida. Sabe q es asqueroso, pero en comparación al dolor q siente por estar cosido por la espalda, las piernas, brazos, las palmas de la manos, las plantas de los pies, por la nuca y por el cuero cabelludo, sabe q masticar una criatura así no es nada grave, así q sigue, mordiendo, arrancando, masticando, saboreando, tragando, digerirlo vomitando, una y otra vez, una y otra vez, la criatura expulsa cada vez más líquidos indescriptibles, emana olores repugnantes, emite chirrido inaudibles, y camina hacia su boa, retrocede por el ataque laceroso de su futuro huésped, una y otra vez, una y otra vez, hasta la eternidad, hasta el fin de la nada, la eternidad misma, porque lo q no sabe nuestro amigo, es q ese gusano no es nada mas ni nada menos que…