Bestia mansa, mansa lokura

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mendoza, mendoza, Argentina

7.20.2010

Un paso...

hay un paso grande de reconocer el problema a arreglarlo
hay un paso grande de saber como es a aceptar las cosas como son
hay un paso grande de decir a hacer lo que se dice
hay un paso grande para cosas básicas. el problema es que las personas estén dispuestas a hacer ese paso, la mayoría no lo da, por miedo a cuando se junten nuevamente los pies chocar y caerse. si no están dispuestos a rasparse, va a ser muy difícil que aprendan a caminar.


Es una tarde de primavera, se respira un aire con un olor de dulces flores silvestres, el viento calido mueve mi pelo y acaricia suavemente mi cara, escucho su silbido en mis oídos y tomando una gran bocanada de aire saboreo a lo lejos un arbusto de moras. Abro mis ojos y corro, esquivo el roble, mas adelante el pino y salto, suspendido en el aire dejo escapar un carcajada corta y prácticamente inaudible, siento que un par de manos aplaude en mi cuello y quiere salir, sigo corriendo, corro con los brazos colgando estirados hacia atrás de mi tórax, las manos juntas y con los dedos entrelazados, con la cabeza tirada hacia adelante, con una sonrisa en el rostro, carcajeando y con los ojos bien abiertos, me siento preso de un frenesí, corriendo, riendo, me hiperventilo, se me nubla la vista, a mi cuerpo no le importa y sigue corriendo, me da mas risa, levanto la cabeza un poco y veo el cielo azul esmeralda, con nubes tan blancas y esponjosas que parecen copos de azúcar, sigo corriendo, a uno metros adelante veo una piedra de por lo menos 2 metros de alto, voy directo hacia ella, doy un salto y piso una de sus salientes, estiro la otra pierna y apoyo en otra saliente, a todo esto mis brazos y manos siguen detrás de mi, aferradas la una a la otra, como si se amaran y no quisiesen separarse mas, como no soy quien para interferir con su felicidad solo me limito a sujetar la piedra con mi energía, apoyo mi cara en ella como un tercer punto de apoyo y con el primer pie doy otro paso en vertical y encuentro otra saliente, con el segundo pie ago lo mismo y asíal sucesivamente hasta llegar por fin a la cúspide de esta piedra.
Ya arriba veo el cielo blanco, no por las nubes, solo perdió la pigmentación, esta totalmente despejado, blanco, estéril, el sol se torno violento, recio y burlón, el viento ya es frío, la tierra es árida y a lo lejos se ven árboles muertos y secos. A pesar de todo esto mi felicidad no fue aplacada, mis manos seguían firmes detrás de mi, me dejo caer hacia adelante, de cara adelante, di un envión con las piernas y dando una media vuelta en el aire aterrizo en el piso, siento como la piel se me seca y se descascara, mis ojos aun abiertos en su máximo poderío, se retraen y se hacen paso para adentro de las cuencas oculares, no me importa, dejo escapar otras carcajadas mas fuerte que las primera, pero mas muertas también, sigo corriendo, con la cabeza hacia adelante, las manos hacia atrás y la sonrisa en la cara, siento como el viento por momentos fríos y por momentos abrasadores, me van carcomiendo el cuerpo, solo me rio, siento como el cuero cabelludo muere, siento como se me va cayendo el pelo, no me importa, solo rio y mis manos se apretan mas todavía, veo a unos metros adelantes un muro, un conjunto de ladrillos en medio de la nada.
Abriendo mas aun los ojos le tiro una mirada desafiante, apuro la marcha como puedo y tirando mi cabeza más adelante todavía calculo bien la trayectoria. El mundo enmudece, solo escucho mis pasos uno tras otro, uno tras otro, consecutivamente, por unos momentos pensé que nunca mas llegaría a la pared pero en eso, toc, mis ojos no se cerraron, no los cerré, porque sabia que si lo hacia no los abriría mas, mi cabeza sintió el impacto de la pared, toda mi servicial colapso, sentí como vértebra por vértebra mi columna se iba fisurando, pero no me importo, seguí riendo y riendo, mis manos para ese entonces habían sido fundidas por tanto frío y calos, la carne se soldó la una a la otra, sentí como se hundía el revoque entre la unión de mis huesos craneales, como moví los ladrillos, como se iba fragmentando parte por parte el muro donde impacte y se iban soltando partículas de material, de pronto vi como el muro se abría a mi paso, como mi persona iba penetrando en cámara lenta por esa estructura sólida, como pude con todo mi esfuerzo romper con esa barrera, como pude profanar ese conjunto de materiales que se veían tan firmes y macizos, mi sonrisa se hubiese ensanchado, pero mi piel estaba muy reseca como para poder gesticular otra cosa, sentí como ingresaban y se depositaban en mis ojos polvo de ladrillo, como quedaba entre todo ese escombro partes de mis orejas, pero pase.
Con la cabeza colgando hacia adelante y haciendo los movimientos propios de un péndulo, seguí corriendo y riendo, como podía porque las vías aéreas estaban obstruidas pese al colapso contra el muro. Pero reía, y a la vez empecé a derramar un liquido por mis ojos, no se porque será, no se como puedo derramar líquidos con tal alevosía y banalidad, si ya ni líquidos me quedan en mi cuerpo tan reseco y muerto, pero así paso, estaba goteando por los ojos, será una reacción el cuerpo por ser sometido a tonto dolor o será la alegría de poder haber echo semejante proeza, no lo se... Pero después de haber goteado empecé a ver que el piso tomaba nuevamente un color verdoso, o será tal vez porque mis retinas oculares desaparecieron que veo cualquier cosa, no lo se, yo solo rio, no me quiero detener, no voy a parar ni mira atrás, mis manos siguen ahí tan juntas como en un principio, aun mas creo yo porque siento como se tocan los huesos de ambas manos. Estoy escuchando algo, no se que es, un pájaro creo, un pájaro, que lindo sonido, me encanta su cantar, me produce gozo y felicidad, un pájaro, un ave, un plumífero volador con una voz de perlas y diamantes, escucho su frenético aletear cerca me mi. Me esta siguiendo muy de cerca, lo siento sobre mi, me toma por los pocos pelos que me quedan en la cabeza, no lo puedo creer, que honor, no solo pude escucharla cantar a esta preciosa ave, sino también interactuar, me esta tocando y sin asco por el estado en que me encuentro. Me toma de los pelos y levanta mi cabeza, me hace ver que a unos metros hay un acantilado, que el sol es nuevamente amable y que el cielo volvió a ser azul, otra gota mas sale de uno de mis ojos, no distingo cual, solo empiezo a reír frenéticamente, y tomo mas fuerzas para correr, el ave suelta mi cabeza y esta vuelve a ir de un lado para el otro sin soporte alguno, mis manos todavía juntas no logran conciliar la tranquilidad y también se ponen ansiosas, se aferran mas la una a la otra, escucho como mi sonrisa se engrandece y rompe la piel de mi rostro, como mis órganos secos ya se rajan en dolorosas punzadas, que yo solo las correspondo con risas ya carentes de humanidad, y por sobre todo siento como los huesos de mis piernas se fisuran lentamente. Se me acabo el piso.
Empiezo a caer, por ese barranco que da a un mar azul, y al fondo de este hay piedras filosas, pero en un momento empiezo a volar, mi cuerpo sigue cayendo por el acantilado, pero yo me voy de ese lugar, veo como mi transporte anterior sigue pataleando, dando una vuelta tras otra, con esa sonrisa tan eterna, con esos ojos abiertos para ver todo, con esa cabeza que baila sobre sus ejes rotos, ese cuerpo tan productivo ya esta por terminar su tiempo, pero seguirá su curso, yo por otra parte sigo mi camino, no se como paso pero estoy volando, sigo en el firmamento azul, no como un dios, ni como un avión, si no como un ave, y el plumífero que anteriormente me tomo de la cabeza ahora estaba planeando al lado mío, miro al horizonte de destinos inciertos, miro a mi nuevo acompañante, respiro, una sonrisa nace en mi, le doy un último vistazo a mi ex transporte que ahora estaba apunto de colapsar con las piedras y miro hacia adelante, con un nuevo cuerpo, estoy preparado para perderlo, así que rio, solo rio.

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